martes, 29 de enero de 2008

ES EL FUTURO VEGETARIANO?

Actualmente vivimos en una época en que el progreso es rápido. Nuestra fuente de conocimiento desde el Renacimiento ha culminado en una tecnología muy avanzada, la exploración del espacio y la manipulación del ADN; lo que nos ha puesto una venda en los ojos en cuanto a un mayor conocimiento de nuestra relación con la tierra.

Lo más ilustrativo de la popularidad del vegetarianismo ha sido el creciente número de libros publicados sobre la materia, que ha alcanzado su madurez en los últimos veinte años. De 1960 a 1980 fueron publicados 183 libros vegetarianos en lengua inglesa, 35 de ellos aparecieron en el Reino Unido, la mayoría en los setenta. En los años ochenta tuvo lugar un "boom" con la aparición de cientos de libros cada año. Hoy en día incluso hay libros de cocina vegetariana escritos por carnívoros.

La existencia de estos libros ha acercado la dieta vegetariana a muchas personas que simplemente disfrutan cocinando o se interesan por saber más.

Nadie puede conocer el futuro, lo que sí es seguro, a la vista de lo que nos muestra la historia reciente del vegetarianismo, es que seguirán surgiendo grupos y personas para promover de forma activa la alimentación vegetariana.

Un punto de vista menos positivo, nos arroja disparatadas cifras en los costes que para la salud pública conlleva la alimentación carnívora. Las llamadas "enfermedades de la civilización" (obesidad, estreñimiento, hemorroides, diabetes, cáncer de colon, infarto y otras enfermedades coronarias...) se sitúan en la cresta de la ola. Los médicos recomiendan medicinas antes que cambio de hábitos. La medicina trata las causas de las enfermedades, pero no las previene. Además no las trata naturalmente.

El futuro de la proteína animal recae en la ingeniería genética; todas las compañías multinacionales están desarrollándola, y ya se han "fabricado" algunos animales cuyo código genético ha sido modificado: Por ejemplo un cerdo con genes humanos, que padece de artritis, es cojo y casi no se puede mover. Hay varias técnicas, como la clonación, que permiten obtener una vaca perfecta, una máquina de leche y carne, que puede ser reproducida idénticamente un millón de veces o más. Ya es posible reducir seres que sienten a máquinas de producción de comida, hasta el punto de "fabricar" pollos sin plumas, sin muslos, sin pico, a los que se les suministra comida y que simplemente se sientan y engordan, durante su corta vida de sólo siete semanas. Los experimentos genéticos sobre los animales obviamente ofrecen atractivas posibilidades para la insaciable hambre de comercio.

El mundo está sumido en una crisis medioambiental. La ganadería produce una salvaje cantidad de estiércol que va a parar a nuestros ríos, lagos y mares; así como enormes cantidades de pesticidas y fertilizantes químicos que se utilizan para cultivar comida para animales. Desde 1970 se han venido quemando más del 25% de los bosques americanos para poder sembrar en ellos alimentos para ganado. La sequía, principal problema contemporáneo, se ve acentuada con la cantidad de agua que se emplea para cultivar estos campos. Más de la mitad del agua que se consume en Estados Unidos se destina a estos cultivos.

La salud, el bienestar de los animales y la ecología, seguirán jugando un importante papel en influenciar a las personas sobre la adopción de una dieta vegetariana. Pero también hay una cuarta razón, que es el impacto que produce en el Tercer Mundo el consumo masivo de carne que hacemos en Europa y Norteamérica. El libro de la Dra. Susan George, How the Other Half Dies (Cómo Muere la Otra Mitad), explica y analiza las formas en que las estrategias de los países dominantes crean y fomentan la pobreza en los dominados. Cada año, muere de desnutrición un número de personas equivalente a la mitad de la población de España. En Estados Unidos, el 70% de los cereales cultivados se destinan al ganado, mientras que hay 20 millones de personas en el mundo que padecen de hambre crónica.

Pero el vegetarianismo debe ser entendido como una de las acciones fundamentales que todo individuo puede desarrollar para sembrar armonía. Es una forma directa para contribuir a mejorar el mundo. Créeme, el cambio individual que puedes hacer hacia una dieta vegetariana te otorga el poder para crear un mundo mejor. Ya lo sabes, nunca subestimes el poder de tus acciones, pues con un pequeño gesto, puedes cambiar la vida de otra persona, para bien o para mal. El Universo nos pone a cada uno frente a la vida de otros para algo. Mira a Dios en los demás. Percibe su reflejo en todas las criaturas vivientes: Personas y animales. Así sea.

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