domingo, 20 de enero de 2008

La ilusión de las Dietas Rapidas

Aunado a las enfermedades derivadas de la gordura, cada vez, mucha mas gente, se enfrentan al dilema cotidiano de optar por las soluciones “mágicas” de productos que se anuncian en los horarios nocturnos en la televisión o seguir una terapia médica bajo la vigilancia de especialistas en medicina, nutrición y sicología.

Muchos desean una solución rápida, fácil, sin esfuerzo, sin dietas ni ejercicio; pero los especialistas no se cansan de insistir en que sin una alimentación balanceada, una transformación en los hábitos, estilo de vida y actividad física, es imposible perder los kilos de sobrepeso, además de que la autoestima se deteriora ante el fracaso o rebote de “los tratamientos milagrosos”, que incluso pueden generar complicaciones en la salud y pérdidas económicas.

Por lo pronto, algunas de las principales empresas en alimentos y restaurantes en Estados Unidos han empezado a cambiar la forma de preparar los platillos preferidos de los niños. Por ejemplo, los fabricantes de cereales General Mills anuncian que introducirán una versión con menos azúcar de sus populares cereales para niños Trix, Cinnamon Toast Chrunch y Cocoa Puffs. Asimismo, la empresa Kelloggs lanzará versiones con menos azúcar de cereales infantiles, como el Frosted Flakes.

En Estados Unidos, donde 15% de los adolescentes y niños tiene problemas de obesidad, las autoridades de educación pública prohibieron los refrescos, caramelos y meriendas con alto contenido de grasa en las máquinas vendedoras y en las cafeterías de las escuelas.
Y mientras estas medidas se implantan en el mundo.

Últimamente me he dado cuenta que la mayoría de las revistas y periódicos que cruzan mis manos contienen artículos y reportes acerca de estudios o descubrimientos históricos, mensajes psicológicos que tramitan hacer de nuestras vidas algo superior o idílico o patrañas de cómo bajar de peso para poder verse como una actriz.

No sé si esas crónicas están en boga por ser del auténtico interés de las masas o porque para dichas publicaciones son tanteos lo suficiente accesible y baratos con que rellenar sus páginas vacías (como suelen hacer con repetitivas y sosas historias de los que supuestamente consideran famosos.)

Dietas existen para tirar al mar...de la luna, helados, pizzas y otras sofisticadas como la de la Fuerza Aérea, Antidieta y Scarsdale. Todas venden una disminución de peso rápida efectiva y casi sin sufrimiento. Aquí sería adecuado agregar que el dicho norteamericano no pain, no gain (sin dolor, no hay ganancia) se aplica a la perfección, pero no es así, porque la eficacia de las dietas no está dada por el sufrimiento que causan sino que por su capacidad de cambiar la forma de nutrición de la persona.


La doctora Carolina González, nutrióloga de Clínica Alemana, afirma que “todas las dietas disarmónicas –en las que no hay un régimen balanceado- son dañinas porque no tienen la cantidad de nutrientes adecuados. Pero su mayor debilidad es que no forman un hábito de alimentación saludable y permanente. Las personas con sobrepeso tienen un problema para toda la vida, por lo tanto, no les sirve una dieta de dos semanas porque van a recuperar los kilos bajados en cuanto vuelvan a comer como lo hacían antes.”

Por esta razón, muchas de las medidas tomadas en esta época con gran emergencia para ser tan delgadas como una sirena, provocan más perjuicios que alegrías. Todos quieren bajar de peso rápidamente y creen que es la mejor manera de hacerlo, pero, según explica la especialista cuando se reducen kilos apresuradamente, disminuye el metabolismo lo que ayuda a subirlos con la misma velocidad con que se bajaron.

No comer nada durante la semana y desatarse el fin de semana también es una pésima costumbre, “ya que muchos son capaces de devorarse el domingo todo lo que ahorraron durante la semana y eso no resulta”, afirma la doctora González.

Otro riesgo es caer en déficit por un régimen descontrolado y poco balanceado. La nutrióloga explica que eliminar de la dieta las azúcares refinadas no es un problema porque las no refinadas se encuentran en las frutas y el pan que nunca se dejan de consumir completamente. Erradicar las grasas completamente es muy difícil, pero si se lograra, es peligroso porque se puede caer en un déficit de ácidos grasos esenciales.

“En el fondo, la única dieta que sirve es una hipocalórica equilibrada que disminuya la cantidad de grasa y azúcares refinadas, y pueda sostenerse por el tiempo, lo que implica adquirir buenos hábitos alimentación, como comer cuatro veces al día. Para bajar de peso, primero se debe poner en un plan en el que pueda eliminar dos a cuatro kilos al mes con una dieta hipocalórica que debe ser elaborada de acuerdo al gasto calórico del paciente, cosa que consuma de 1000 ó 500 calorías diarias menos de las que gasta”, dice la doctora González.


De acuerdo a la especialista, definitivamente no existe ninguna dieta milagrosa, si hay personas a las que les resulta la Antidieta, por ejemplo, es porque logran adquirir un sistema alimenticio y no porque haya alguna magia en la combinación de las proteínas con los carbohidratos.

Sólo una disminución de las calorías con una variedad de alimentos enmarcada en hábitos alimenticios adecuados y actividad física ayuda a darle la bienvenida al sol y las poleras aunque sea en la mitad del invierno.


Sin el ánimo de desilusionar a alguien, podemos afirmar que las dietas mágicas no existen. Lo que sí es factible de encontrar es un programa alimenticio que permita obtener una reducción de kilos de peso, pero que debe ser mantenido a través del tiempo.

Uno de los principales problemas de este tipo de dietas es que aparte de ser muy estrictas; si bien reducen peso, se trata de agua o masa muscular y no de grasa, que es la más difícil de eliminar, sobre todo con el paso de los años. Esto es así porque las grasas que ingerimos diariamente deben ser eliminadas, de lo contrario se acumulan en las partes más conflictivas del cuerpo y se endurecen. (caderas, vientre, parte superior de los brazos, etc.)

Por este motivo se hace indispensable definir, o mejor dicho redefinir, nuestros hábitos de vida.

Dieta Fácil

No se puede comer, arroz, papas, fideos ni tampoco ingerir bebidas alcohólicas. Sí se puede beber abundante líquido y una fruta diaria.

Desayuno: Un vaso de leche descremada, un yogurt, un quesillo, cereales y pan integral.

Merienda: Un vaso de leche descremada.

Almuerzo: Pescado, pavo o pollo al horno, a la cacerola o a la plancha, se puede acompañar por choclo, arverjas, habas o porotos fríos.

Once: Igual que el desayuno y la Cena como el almuerzo

*No es recomendable continuar con esta dieta por más de dos semanas seguidas.

Dieta distinta:Todos los días se consume el mismo menú y sólo es recomendable hasta dos semanas sin rieso para la salud.

Desayuno: Té o café cortado con leche descremada, 1tostada de pan integral y queso descremado para untar la tostada.

Merienda: 1 yoghurt dietético.

Almuerzo: sopa de verduras (no usar papas, arvejas, porotos ni choclos), 100 grs. de carne sin grasa

o pollo sin piel o pescado a la plancha, 1 taza de verduras cocidas, 1 porción de gelatina dietética.

Hora del té: té o café sin azúcar, 1 tostada de pan integral, mermelada dietética para untar el pan y 1 rodaja de queso fresco.

Cena: Sopa de verduras, verduras cocidas, 1 fruta excepto plátano

La buena educación en la mesa no sólo significa buenos modales. No saber qué, cómo y cuándo comer ciertos alimentos conlleva, a largo plazo, trastornos como la obesidad o enfermedades cardiovasculares, diabetes o anemia. La invasión de las dietas mágicas o de ciertos suplementos alimenticios en forma de ‘barritas’ o pastillas ‘absorbegrasas’ han conseguido acabar con las bases de una alimentación equilibrada. Sus ventajas, rápida pérdida de peso. Sus desventajas, pérdida de hábitos básicos para una buena salud

El paisaje que nos rodea es light, usa la talla 36, come bio, se autorreceta barritas sustitutivas o sigue la dieta de la alcachofa. Mientras, varias personas se operan a vida o muerte con tal de reducir su estómago y perder los kilos que les impiden hacer una vida normal. Ni lo uno, ni lo otro. Light u oversize, la nuestra es una sociedad de extremos que sólo puede aliviar una buena educación a la mesa, y no hablamos de buenos modales.

“Hoy día, la preocupación por adelgazar no sólo pertenece a las personas obesas. Las delgadas buscan conseguir el cuerpo llamado ‘perfecto’”, explica Ana Montero Bravo, profesora de la Facultad de Ciencias Experimentales y de la Salud de la Universidad San Pablo CEU.


Dietas mágicas bautizadas con nombres falsos

Las dietas buscan a sus víctimas allá por enero (tras el atracón navideño) o mayo (en la llamada ‘operación biquini’). Su estrategia surte efecto, sobre todo, sobre las mujeres, que están desesperadas por perder peso.

Entre las más populares están la dieta de la Clínica Mayo (“que adopta el nombre de la institución sin tener nada que ver”, asegura Ana Montero), la dieta de ‘toma la mitad’, la dieta Gourmet, la dieta cero, la dieta de Hay o disociada, el régimen de Sahelton, dieta Hollywood, la dieta de Montignac, Antidieta, dieta Atkins.

Según Montero todas ellas son dietas “mágicas”. Además, “el tratamiento dietético de la obesidad es un proceso a largo plazo que se caracteriza no sólo por la implantación de un régimen dietético sino también por la modificación de los hábitos alimentarios y estilo de vida, que incluyen cambios en la actividad física diaria, situaciones de sobreingesta puntual, ingesta impulsiva o no planeada”.

Por todo eso, cualquier dieta “deberá llevarse a cabo por facultativos sanitarios expertos en nutrición equilibrada y alimentación saludable”, añade la especialista.

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