Si tenes niños pequeños seguro que habréis sufrido alguna vez el que les sangre la nariz; también los adultos tienen, a veces, estas hemorragias. Para prevenirlas a mí me va bien poner a escaldar unas cuantas ortigas secas en agua hirviendo. Luego las dejo reposar durante unos minutos, más o menos un cuarto de hora. Las cuelo y las añado el zumo de medio limón. Si tomo varias tazas al día de esta infusión antes de las comidas, logro que no me sangre tan a menudo la nariz.
viernes, 18 de enero de 2008
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